El fin de semana fue la gota que rebalsó el vaso en la crisis que sufre el Paris Saint-Germain frente a los masivos robos. A la lista de Mauro Icardi, Thiago Silva, Sergio Rico, Dani Alves, Layvin Kurzawa y Eric Maxim Choupo Moting, se sumaron Marquinhos y Ángel Di María.
Desde el inicio de la pandemia, la inseguridad se volvió algo habitual en las calles en Francia, pero el más afectado es el barrio más caro de la capital, Neuilly, en el cual viven gran parte de los futbolistas del PSG. El principal objetivo de los maleantes son joyas y relojes.
A los deportistas argentinos, Di María e Icardi les robaron más de 500 mil euros de sus cajas fuertes. Lo único a su favor es que nadie salió herido. La familia de Ángel se encontraba en la planta baja de la casa cuando el grupo organizado ingresó por la planta superior. Mientras que Wanda Nara y sus hijos estaban en Milán.
Pero luego de la noticia de Fideo, llegó algo más grave. El padre de Marquinhos había sido golpeado violentamente para robarle pocas horas después del robo en el domicilio del argentino. Por eso, cansado de los problemas, los dirigentes del club tomaron medidas importantes.
Desde la presidencia del club decidieron solventar el gasto de poner vigilancia 24 horas en las casas de cada uno de los deportistas que integran el plantel de primera del club. La principal idea es instalar uno o dos guardias en la puerta de cada domicilio garantizando la tranquilidad de todos.
La decisión fue tomada por Michel Besnard, director de seguridad de la institución que tiene una gran experiencia habiendo sido el jefe de control del ex presidente, Nicolas Sarkozy. Por parte de Nasser Al-Khelaïfi, aceptó esta propuesta y será llevada a cabo en los próximos días.
