La derrota por 1-4 ante el Paris Saint Germain ha dejado al Barcelona con un pie y medio fuera de la definición de la UEFA Champions League, y la historia vuelve a repetirse como en los últimos años.
Parece que las sucesivas goleadas recibidas en ediciones anteriores ante equipos como la Roma, el Liverpool y el Bayern Munich, no han dejado ninguna enseñanza y las catástrofes se repiten ya con mucha naturalidad.
Un Kylian Mbappé brillante, e histórico, se llevó el balón como producto de su hat trick, pero más allá de sus impresionantes virtudes, encontró una defensa de Barcelona que es de lo peor que se ha visto en las últimas décadas en el club culé.
La crisis en el FC Barcelona llega a todos los niveles. Económicamente está en bancarrota y deportivamente se ha visto hoy en la cancha. Y ni que hablar que en pocos meses se irá su máxima estrella histórica, el argentino Lionel Messi.
La apabullante caída ante el PSG, que no contó ni con Neymar ni con Ángel de María, dejó al descubierto a un equipo sin alma, sin reacción, sin entrenador y sin plantel, ya que las grandes figuras que han ido dejando el club, no han sido reemplazadas adecuadamente.
Fuera de la Copa del Rey, muy lejos de la punta en La Liga y con mínimas posibilidades de pasar la fase de octavos de la UEFA Champions League, el Barcelona pasa uno de sus peores momentos históricos, y debe dar un rápido golpe de timón a partir de que asuma el nuevo presidente.
El 7 de marzo habrá elecciones en el club.
¡Vaya tarea le espera a la nueva directiva!
