El presente del Barcelona preocupa. Los resultados son positivos y logran el objetivo de ganar, pero el equipo suele empezar los partidos perdiendo y debe definir al final para poder quedarse con los tres puntos. Esto no le gusta a los hinchas porque les parece que es jugar con fuego hasta el último momento.
El equipo de Ronald Koeman enfrentó ayer al Real Betis y empezó el partido con una preocupación. A los 10 minutos, el defensor Ronald Araujo debió ser retirado de la cancha por una lesión. En su lugar ingresó Frenkie de Jong. Algo que perjudicó a la defensa. De esta forma, el técnico empieza a pensar en una nueva defensa ya que es la segunda baja en esa posición en una semana.
A los 36 minutos, Borja Iglesias puso el 1 a 0 a favor de su equipo aprovechando la falta defensiva que sufría el Barca. El partido se fue al descanso con el marcador de esa forma y preocupó a Koeman. Pero su máxima figura estaba en el banco y cambiaría el panorama.
Ya a los 59 minutos, Lionel Messi pudo convertir el 1 a 1 luego de ingresar en el lugar de Ricard Puig unos minutos antes. Esto le daría el empujón necesario a los jugadores del equipo catalán. La presión se empezó a sufrir y el Culé pudo sacar ventaja a los 68 minutos cuando Víctor Ruíz convirtió en contra. Algo que a los pocos minutos revirtió el mismo y puso el partido en 2 a 2.
Aunque el resultado parecía cerrado, apareció Trincao que ingresó al mismo tiempo que Leo, en lugar de Miralem Pjanic, para poner el resultado en un 3 a 2 faltando solo 3 minutos para el final del partido.
De esta forma, Barcelona sumó 43 puntos, llegando al mismo número que el Real Madrid y encontrándose a 7 puntos del puntero Atlético de Madrid, que tiene 3 partidos pendientes.
