La primera jornada de la Europa League dejó muchas sorpresas y malos tragos para muchos equipos. Algunos estuvieron en desventaja por no tener localía. Es que las restricciones gubernamentales por la propagación del COVID-19 hicieron que se tome la difícil decisión de jugar esos partidos en una cancha neutral.
Esto le pasó al Tottenham que se enfrentaba con Wolfsberger, pero como Reino Unido es uno de los lugares de mayor contagio del virus, el gobierno austriaco no permitió el ingreso de los jugadores al país. De esa forma debieron ambos equipos trasladarse a Hungría para medirse en el Puskas Arena.
El conjunto inglés tuvo algunos cambios con la intención de cuidar a sus jugadores para el fin de semana en donde los Spurs se enfrentarán al West Ham. La sorpresa fue la presencia de Gareth Bale en la cancha desde el inicio ya que José Mourinho había dicho que no estaba bien físicamente.
El primer tiempo fue determinante para el equipo de Londres. A los 13 minutos Son Heung-Min convirtió el primer gol del partido. Quince minutos después y para demostrarle a su entrenador que estaba en un buen nivel, Gareth Bale puso el 2 a 0. Antes de cerrar los primeros 45 minutos, Lucas Moura marcó el 3 a 0 con el que irían al descanso.
La segunda mitad tuvo el descuento del local por parte de Michael Liendl desde el punto penal. Pero cuando todo parecía cerrado en un 3 a 1, apareció Carlos Vinicius, recién ingresado, para marcar el cuarto gol. Un resultado que deja muy cómodo al Tottenham para la vuelta.
El próximo partido será el miércoles 24 a partir de las 18:00hs y definirá quien pasa a los cuartos de final.
