Uno de los partidos por los octavos de final de la Europa League encontró al Slavia Praga con el Rangers. Ambos equipos con poca experiencia en el torneo habían conseguido un 1 a 1 en el encuentro de ida que se disputó en el Sinobo Stadium.
La vuelta definiría todo pero la localía estaba del lado del equipo de Escocia que jugaría en el Ibrox Stadium. Pero al parecer la confianza les jugó una mala pasada y la visita supo aprovechar esto. A los 14 minutos del primer tiempo, Peter Olayinka marcó el 1 a 0 a favor del Slavia y complicaba las cosas. Con ese resultado, el equipo de Steven Gerrard necesitaba convertir para volver a quedar iguales.
Pero los checos no lo permitían y el gran desempeño del arquero y defensores impedía que consigan la igualdad. En el segundo tiempo, el entrenador inglés decidió hacer algunos cambios buscando mejorar su rendimiento. Por eso sacó a su delantero Ryan Kent y en su lugar ingresó Kemar Roofe a los 54 minutos. Pero su participación en cancha sería solo de unos pocos minutos.
A los 60 minutos, el delantero inglés Roofe recibe un pase largo de uno de sus compañeros para marcar el empate, pero el arquero Ondrej Kolar decide salir a adueñarse de la bola. El choque fue una patada directa del delantero a la cara del checo. Instantáneamente los médicos debieron ingresar y el árbitro Orel Grinfeld le mostró la tarjeta roja.
Después de observar su estado dentro del campo de juego, el cuerpo médico decidió que debía retirarse de la cancha en camilla y ser atendido afuera. Por eso en su lugar ingresó Matyás Vágner a los 64 minutos.
Pocos minutos después el defensor del Rangers, Leon Balogun, recibió su segunda tarjeta amarilla y dejó al local con 9. Esto llevó que unos segundos después Nicolae Stanciu marque el 2 a 0 definitorio para el Slavia, logrando su pase a la próxima fase.
